El nonio es la
parte fundamental del calibre al permitirnos medir con precisión una longitud
(exterior, interior o de profundidad). Sin el nonio sería una simple regla graduada.
El sistema consiste
en una regla sobre la que se han grabado una serie de divisiones según el
sistema de unidades empleado (milímetros), y una corredera
o carro móvil con una marca o fiel o punto de referencia
(identificado con un 0) que se mueve a lo largo de la regla.
Dada una escala de
medida (milímetros y centímetros), podemos apreciar hasta su unidad de división
más pequeña (el milímetro), siendo esta la apreciación con la que se puede dar
la medición; es fácil percatarse que entre una división y la siguiente hay más
medidas, que unas veces esta más próxima a la primera de ellas y otras a la
siguiente.
Para poder apreciar
los distintos valores entre dos divisiones consecutivas (entre un milímetro y
el siguiente), se desarrolló una segunda escala que se denomina nonio o
vernier, grabada sobre la corredera y cuyo punto cero es el fiel o punto de
referencia, hay que tener en cuenta que el nonio o vernier es esta segunda
escala, no el instrumento de medida o el tipo de medida a realizar, tanto si es
una medición
lineal, angular, o de otra naturaleza, y sea cual fuere la unidad de
medida.
Está claro que si empleamos una regla para hacer una medida, sólo podemos apreciar hasta la división más pequeña de esta regla (un milímetro); si además disponemos de una segunda escala, llamada nonio o vernier, podemos distinguir valores más pequeños.